viernes, 11 de noviembre de 2016

…SI FUERA HIJO MÍO!!!


Cuantas veces me he visto en una de esas situaciones en las que, como todos en alguna ocasión, decimos absolutamente convencidos “a mí eso no me va a pasar”. En mi caso particular, han sido probablemente más de mil las veces. Soy una de esas listillas, o como mi amigo Rafa suele decir “una listezas”, que tengo razón porque tengo razón el 99,99% de las veces y por eso, en vez de ser prudente, soy  excesivamente atrevida.
Pues estas situaciones se dan mucho a lo largo de la vida pero, en cuanto eres madre, se multiplican por trillón. Y es que yo era de esas que, cuando veía a un niño llorar en un restaurante, gritar en el supermercado, pegar, gruñir y patalear, siempre me giraba a mirar, clavaba los ojos en su padre-madre-abuela-tutor legal, etc.,.. miraba al niño, me volvía a girar y miraba a mis amigos, y con la boca bien abierta y un tono de voz contundente e irrebatible decía: “A MÍ ME IBA A HACER ESO UN HIJO MÍO… GRRRR..”  y ahí se quedaba la cosa. Con mis dos buenos ovarios y sin admitir discusión alguna.

Gracias a Dios el tiempo te da y te quita, pero sobre te da, y lo que más te da son una cuantas “buenas ostias en la bocaza”. Y ahora tengo un hijo de 3 años que me calla esa bocaza a diario. Se parece a mí muchísimo, aunque a su manera claro… estamos en el super y él está a su rollo, de pronto gira la cabeza y me mira, mira a mi marido, mira a la gente de alrededor y, cuando está seguro de ser el centro de atención todas los allí presentes, se pone a gritar por lo que sea, porque es miércoles por ejemplo. Y tú rápidamente buscas en tu cabeza la técnica de “padres en apuros” para hacerle callar, y la usas sin resultado alguno, pero no le gritas, no le regañas porque todos te miran  (y además hoy en día eso es ilegal), intentas hacerlo de buenas pero no funciona. Esto se alarga durante unos minutos en los que sufres un bloqueo total. Pero lo peor es que, cuando levantas la cabeza ves a esa “listezas” como tú, que te mira pensando “A MÍ ME IBA A HACER ESO UN HIJO MÍO...GRRRR..”, es en eso momento cuando te dan ganas de explotar, pegar, gritar… “¿Por qué a mí DIossss?”.
Pues es uno de tantos y tantos momentos en los que te pasa esto. Porque cuando nace un niño, tu hijo, todas esos “listecismos” se te vuelven de golpe contra ti: no le cojas en brazos que se acostumbra, no es bueno mecerle para dormir que se acostumbra, no le dejes luz por la noche que se acostumbra, dar el pecho hasta la pubertad sí o no,… no le grites y no le castigues que le creas un trauma, método estivil sí o no, enseñanza Montessori sí o no…. uffff que pereza por Dios, cuantos listos andamos sueltos hablando de más, aconsejando de más, y sobre todo, juzgando de más.
Si finalmente algo me ha enseñado la vida, el tiempo y las experiencias, y aquí sí que os dejo un consejo de los buenos, es que dejes a la gente hacer su vida a su manera, tomar sus decisiones y criar a sus hijos como les salga de los mismísimos huevos. Odio que me digan que es lo que hace mal mi hijo y sobre todo lo mal que le estoy enseñando, odio que me intenten hacer sentir culpable de un posible futuro niño traumatizado porque le he gritado, le he dado un azote o le he castigado. Así que, yo por lo menos lo voy intentar, y os lanzo el reto de que hagáis lo mismo. Es muy tentador opinar y criticar, es nuestra naturaleza. Pero en serio, cuando se trata de hijos, cierra la boquita que nadie te ha pedio que hables, y sobre todo SEGURO QUE LA CAGAS.

martes, 29 de marzo de 2016

Quitando carnets de padre

Y es que, últimamente me viene pasando mucho que, se los arrancaría de las manos a muchos, pero que a muchos padres que creo que, no es que no lo estén haciendo bien, es que directamente no se lo merecen.

Estamos en el mes de marzo, en pleno proceso de elección de colegio para nuestros peques. Las consejerías han abierto los plazos de inscripción, y por lo tanto los coles están llevando a cabo las modernas (porque eso con la EGB no existía) “Jornadas de puertas abiertas”. Es una complicada decisión y elección, de la cual depende una correcta y aceptable educación de nuestra juventud. Y qué queréis que os diga, ya estaba asustada con los comportamientos que tienen ahora los chavales, pero claro, cuando ves a los padres entiendes muchas cosas. En estas jornadas que son, además de didácticas, bastante divertidas y sobre todo sorprendentes, podemos observar cómo nosotros, los padres, nos hemos vuelto tan exquisitos e  idiotas, que nos importan cosas tan importantes como: si el centro dispone de huerto, como el que tenemos en casa para que hagan los deberes de Ciencias Hortelanas (en los bilingües Hortelanist Science), si hay dos profesores por clase para que les ayuden con las tareas diarias (como los que tuvimos nosotros claro), que no lleven deberes a casa (los tienen que llevar hechos de clase, así en casa no tengo que ayudarle), que las clases no sobrepasen los 15 alumnos (para que se les preste toda la atención necesaria… y para 15 alumnos 2 profesores, menuda media), no hace falta médico, pero una enfermera mínimo… y estos son cuatro ejemplos, se me olvidan muchas preguntas estúpidas que se pudieron escuchar allí. Lo mejor de todo: EN UN CENTRO PÚBLICO, por el que no vas a pagar nada de nada. No quiero pensar qué exigen en los privados, pero siguiendo esta línea, “una auxiliar que les limpie el culo en el váter, mínimo hasta que acaben secundaria”. 

No pretendo ser la listilla de la clase pero, yo no tuve ninguna de esas cosas. Yo no tuve 2 profesores nunca que coincidieran en una clase, yo no tuve huerto, ni enfermera, tuve deberes unos días más que otros, tuve exámenes y, lo que no terminaba en clase lo terminaba en casa. No tuve 14 compañeros, tuve 41 más los 84 que había en los grupos A y C, porque yo era de B. Ahora no sé si hay letras para nombrar los grupos, sé que hay líneas… y sé que hay pocos niños, porque incluso habiendo 25 por clase, la mayoría de los colegios son de línea 2.  

Lo que sí tenía era respeto a mis profesores, nunca se me ocurrió levantarles la voz, y mucho menos la mano. Ellos a mí tampoco. También tenía respeto a mis padres, a los que me encontraba en casa al llegar del cole. Bueno, en la mayoría de los casos eran las mamis las que estaban, las que nos ayudaban con los deberes, nos bajaban al parque y nos hacían el bocadillo de nocilla. En mi caso afortunadamente, también mi padre llegaba a las seis como tarde, para estar con nosotros. Suerte la mía lo reconozco. Hoy en día, seguramente el 80% de los niños son recogidos por abuelos y nanas, que son los que están con ellos hasta bien tarde. Los papis ahí pintan poco. Y cuando llegan, es tan tarde, que los peques ya están dormidos. La excusa de siempre es que los dos tienen que trabajar, porque hoy en día la vida es muy cara,… y que los dos tienen derecho a desarrollar su carrera profesional, porque de lo contrario sería machismo. 

Visto lo visto, mi conclusión es otra: nos gusta ganar dinero, a poder ser mucho, para poder permitirnos vivir en zonas de nivel, con dos coches mínimo por familia, a poder ser de los caros. Nos gusta ganar mucho dinero para poder viajar, a zonas chulas y buenos hoteles. Nos gusta casarnos porque es lo que toca, y tener hijos porque es lo que toca. Pero de los que no nos damos cuenta es de que, esos niños son seres humanos a los que hay que cuidar, educar e inculcar buenos valores. ESO SÍ ES LO QUE TOCA. Y cuando llega ese el momento, que es uno de los momentos importantes de nuestras vidas, lo dejamos todo en manos de los colegios, profesores, abuelos y nanas. Nosotros nos salimos de la ecuación con toda nuestra cara. Y encima les pedimos, qué digo pedimos… les EXIGIMOS que lo hagan perfecto. Y además yo me pregunto, para qué les dejamos a ellos esta tarea si luego, cuando los niños lo hacen mal, contestan mal y se portan mal, les vamos a culpar de todo. Hoy los padres gritan a los abuelos, despiden a las niñeras y se enfrentan a los profesores, les llegan a insultar, porque se creen todas las historias que les cuentan sus hijos, a los que por cierto, ni siquiera conocen. 

Y cuál es el resultado: profesores acojonados por ir a enseñar, porque les pegan, les gritan, les insultan y, lo que es peor, los padres se portan con ellos aun peor si cabe. Hay mala calidad de la enseñanza en general, hay niños maltratados por otros niños, incluso suicidios de chavales que no llegan ni a la pubertad. Y todo ello, grabado, editado y transmitido por las redes sociales, para que todos lo veamos. Y habiéndolo visto, la cosa no cambia… eso en mi época, me vas a perdonar, no digo que no lo hubiera, pero eran casos absolutamente aislados. Y eso que éramos el doble de niños con la mitad de profesores. Ya ves. 

Bueno pues nada, yo me quedo más tranquila sabiendo que hay huerto en el colegio, porque a este paso y con estos humanos que estamos preparando, el día menos pensado el planeta se va a suicidar y necesitaremos repoblar y recultivar la tierra para salvar a la especie. 


jueves, 18 de febrero de 2016

¡ SÍ QUIERO! ¡¡¡SÍ COMPRO!!!

No hace tanto que era yo la que me vestía de blanco, caminaba por el camino de piedras de una bonita y pequeña finca de unos amigos, y me acercaba a mi guapísimo novio, ahora marido, para darle el sí quiero. Cincuenta y nueve invitados y dos novios… total sesenta y uno. Familia directa, amigos íntimos y diez personas de esas que son tan especiales, que ya forma parte de tu vida de manera indiscutible. Una preciosa finca, con un cocktail interminable, buena música, copas, risas… pues lo que buscas en ese día, en tu boda, ¿no? me caso con el hombre con el que quiero pasar el resto de mi vida, y quiero compartirlo con esta gente, con mis íntimos y más allegados. Sí, ¿no? es eso, ¿no?... pues NO, eso dejó de existir hace mucho tiempo, exactamente desde que perdimos la cabeza por hacer la boda más original posible, que coincide con el momento en que apareció el concepto wedding planner, en español “planeador de bodas”, “planificador”, “organizador”… vamos, una persona que se encarga de organizar todas esas cosas con las que llevas soñando desde niña, y que sin embargo parece que finalmente no son tan importantes, o eso pienso yo, si resulta que cuando llega el momento soñado, necesitas contratar a alguien que se encargue de todo, que sueñe por ti..

Como todas las cosas que nos parecen “supercool”, esta historia la heredamos de nuestros maravillosos amigos americanos primero, y después de los británicos, que lo llevan haciendo años. Aterriza en España alrededor del año 2000 y, aunque ha ido muy lentamente, ya se ha hecho su hueco en el nuestro tejido empresarial y, por supuesto, en los cerebros ilusionados y super maduros de nosotras, las mujeres casamenteras españolas. Hoy en día no molas nada si tu boda no es de cuento, de foto, de libro y exageradamente recargada de extras (a poder ser un par de extras más que en la última en la que estuviste), tanto que cuando llega el gran día no te acuerdas ni de lo que has contratado. Pero no te preocupes, que ya habrá alguien allí, una especie de regidor (como en la tele, con pinganillo y todo) que te lo recuerde, en cada paso que des, en cada sonrisa que muestres, en cada lagrima que derrames… porque todo eso va a estar planeado y perfectamente estructurado, medido y controlado. Ya que les vas a pagar, que hagan bien su trabajo, si es que a organizar tu gran sueño, se le puede llamar trabajo.


Las actividades pre-nupcial empieza con la despedida de solter@, de esas en las que toca ir a mínimo 500 kilómetros, con playa, dos o tres modelos en la maleta y con no menos de cuatro divertidísimas actividades organizadas, perfectamente coordinadas y que el grupo lleva preparando un mínimo de seis meses… y tienes que ir, eso sí, porque sino no molas nada, y lo más probable es que todos se lo pasen super-genial, y tú te pierdas la despedida del siglo. Te habrás ahorrado 1.000 pavos, pero eres aburrid@. En paralelo a estas despedidas, los novios tienen que mantenerse guapos y delgados, y tienen que buscar y compra modelitos chulos, porque han contratado a una empresa de Imagen y Sonido, probablemente a la Metro Goldwyn Mayer, que les va a hacer un super-reportaje de tres álbumes de fotos y una película del antes, durante y después de la boda, algunos incluso incluyen un video-invitación, y yo personalmente creo que, en cuestión de meses, incluirán el acompañarte a los viajes de novios para que los inmortalicen.

A ver… la última invitación de boda que he podido ver, gracias a Dios no como invitada, es un amplio dosier de veinte páginas en el que los novios, son TAN MAJOS, que te ayudan a vestirte, peinarte y te explican cómo debe ser la barba de los chicos. Te dicen lo que tienes que llevar, cómo deben ser los vestidos femeninos, vintage y retros… y trajes masculinos, de chaqueta y bermudas (hípster obviamente)… qué tonos, estampados y accesorios… tanto hombres como mujeres, mayores y pequeños, niños y niñas… todo perfectamente indicado y guionizado. Y terminan con esa simpática y sutil indicación numérica en la que te ponen, más monos ellos, “gracias por ayudarnos a pagar nuestro viaje de novios ingresando el dinero en esta cuenta……………”. FIN. Así que, aunque no vayas, suelta la tela majete. Qué, ¿que no molaría darles el regalo en pesetas de franco, igual de retro y hípster que la ropita?

De todas formas y sin lugar a dudas, aunque este día es para ambos, la que de verdad disfruta es la novia, que contrata el Kit especial Novias en el centro de belleza y que se va a probar mínimo catorce o quince vestidos de diferentes modistas (hípster o famosos, en este caso da igual). Molan más, por supuesto, las que se lo diseñan y lo mandan hacer, eso tiene mucho estilo. Y luego, si tienes la suerte de que te maquille y peine alguna estilista de la tele, uffff imagina… no te quedan palabras para expresarte, y a estas alturas seguramente ni dinero para tomarte una triste caña. Imagino a una novia maquillada por una estilista famosa que, cuando te acerques a besarla te diga “no no no no no… ayyyy… no me beses que todavía me faltan las fotos y el maquillaje tiene que estar intacto”… Vamos, que con lo que se paga, deberías poder chuparle la cara y que se no le moviera ni un pigmento. Pero todas sabemos que eso no es así, aunque lo paguemos como tal. Y combinas perfectamente los zapatos, que ahora son oscuros, aunque siempre han sido blancos, hechos a medida y a juego con el ramo. Bueno a ver, todo esto es lo que te diga tu wedding planer, que sabe perfectamente cuál es tu estilo porque te conoce de siempre. ¿Eh? ¿Eh? Y cuando todo está listo, te dice, junto con tu madre, tus hermanas y tus amigas, ¡¡¡¡¡¡“ESTAS TAN TÚ!!!!!!”

Y luego llega el banquete, bueno perdón, coocktail-cena-barra de dulces y golosinas-recena. Recuerdo como hace unos siete años, tener un cortador de Jamón era “flipante”. Los invitados comentaban entre sí, “qué fuerte, ha venido un tío que corta el jamón en directo… toda la noche,… un jamón de bellota!!!”. Hoy no te molestes, es tirar el dinero. Con que ofrezcas buen jamón colocado con forma de capullo de rosa en una bandeja, o bien formando parte de un súper-pincho en el cocktail, con eso basta. Pero a cambio tienes que hacerlo bien… a cambio tienes que ofrecer comida oriental, cocina molecular, unas piruletas de queso parmesano o bien gazpacho de sandía con crujiente de algo, que seguramente es panceta de toda a vida. Atrás han quedado las croquetas, ahora son “bocaditos de bacalao”, y las empanadillas que se han convertido en “hojaldres mar y tierra”, y lo que debes hacer es poner tres o cuatro corners de cocina en directo de diferentes tipos y nacionalidades. Si te atreves a hacerlo a la vieja usanza, eres un auténtico hortera y tu boda será de esas en las que preguntas a tus invitados “¿todo bien?” y ellos, ocultando con su sonrisa la gran mentira, te contestan “espectacular, la comida espectacular”. Pero en cuanto te des la vuelta, te van a hacer un traje que no te va a caber en el armario. Normalmente todo esto lo tienes que hacer en una preciosa finca, increíblemente decorada con flores silvestres, de esas que duran un día. Tienen que montar un precioso altar (civil eso sí, porque la iglesia ya casi no participa) y acompañar la ceremonia con un cuarteto de cuerda. En la zona de la fiesta post-boda, decorada también con centros de flores colgando de la carpa (porque por supuesto habrá una zona con carpa, eso viste mucho), unas mesas impresionantes, velas, antorchas de jardín, bandejas gigantes de dulces y gominolas, un bar de tartas y pasteles de mil colores (nada de tarta nupcial) un fotomatón, un photocall, el retocador de maquillaje para las chicas, una banda de música en directo (que no “La orquesta Verbena”), y por último las dos únicas cosas que yo veo y acepto como atemporales: unas enormes cestas con zapatillas cómodas, para que las tontas de las invitadas recuperemos la sensibilidad de nuestros pies (gran acierto), y la indiscutible, inamovible e innegociable “Barra Libre” AMEN. Reconozco que, la posterior recena tampoco está nada mal. Después de tanto alcohol, te sienta el estómago. ¡¡AH!! Y no te preocupes, la última ruta escolar sale a las 4.00 o 5.00 de la mañana. Todo calculado.

Por resumir y para que no la cagues, porque tú todavía estás a tiempo: ya no es importante lo que quieras o sientas, aquí lo que cuenta que es que tienes que hacerlo, BIEN NO, ¡PERFECTO!. Tienes que hacer lo que todos esperan que hagas, tienes que invitar a quien debes y no a quien quieres. Porque sabes una cosa, cinco segundos después de cada pasito que des, estará todo publicado y comentado en las redes. Tienes que mantenerte perfecto y en tu sitio, porque te harán millones de fotos robadas. Todo debe de estar calculado porque en seguida estará colgando del Facebook, Twitter e Instagram, sin permisos ni derechos de por medio. Lo realmente lamentable es que parece que ya nos da igual, que eso es lo que queremos, destacar y que nuestra boda sea la de Dios. Aquí cuenta lo que diga el “planeador de bodas”, que para eso le has contratado, y sabe más que tú lo que te interesa, te pega y va acorde a tu personalidad. Y todo por el módico precio de 50.000 o 60.000 euros a cargo de los novios y unos 2.000 € de los invitados, si suman despedidas, atuendos y regalos. Y todo esto ¿para qué? Para que el 61% de las bodas acaben en divorcio.

¿Mi consejo? Mira, no te voy a engañar. En realidad yo formo parte activa de estas novias extremas (yo tuve carpa en mi boda, y antorchas… chulíiiisimas). Sería hipócrita por mi parte no decir que me flipan las bodas, me encantan y voy a todas ellas. Disfruto muchísimo peinándome, maquillándome y vistiéndome. Participo en tan increíble evento con toda mi alma… como, bebo, bailo, me pongo pelucas, fotos en el photocall, grito y me cambio de zapatos... todo ello como si no hubiera un mañana. Pero, como pasión no quita conocimiento y, como dice el dicho “sabe más el diablo por viejo que por diablo”, la vida, y mi marido (que me baja a la tierra de vez en cuando) me han enseñado algo útil: por si esto dura poco, no merece la pena gastar tanto y, si consigues que dure toda la vida, intenta gastarte el dinero en tu matrimonio y no en tu boda. Vive tu vida en directo y no en fotos de móvil,… te darás cuenta de que mola más compartir las cosas buenas de la vida con la persona que elegiste, y no con las 200 que te impusieron. Tú decides.





viernes, 29 de enero de 2016

Mi primer post. Puedo hacerlo ... necesito hacerlo

Hoy comienza para mí una nueva aventura, la cual, en este momento, no sé si llegará a hacerse realidad... Es una aventura que llevo tiempo queriendo empezar, repitiéndome a mí misma que puedo hacerlo, pensando una y otra vez en cuál será el momento oportuno de la semana en la que podré dedicarle tiempo,… pero tengo que empezar esta aventura por un motivo esencial, NECESITO HACERLO.

Empieza mi andadura como Bloguera, ¿no parece gran cosa, verdad? Son ya cientos de miles las personas que hacen esto mismo, que llevan mil años escribiendo, que tienen millones de seguidores algunos de ellos. Pero ya veis, me siento con ganas, me siento emprendedora, me siento innovadora pero, sobre todo me siento que tengo que contar cosas. ¿Cosas importantes? Ni idea la verdad, para mí sí. Y os digo más, lo más probable es que no sean excesivamente interesantes para vosotros,… a mí marido no se lo parecen en absoluto la mitad de ellas, pero ya veis… aquí estoy dispuesta a escribir de todo aquello para lo que no consigo muchos compañeros de conversación, y como a mí me gusta hablar bastante, pues tendré que escribirlo… y si alguno se anima pues… ummmm… conversamos, ¿no?

Este será mi primer post. Lo primero y más importante es que me presente, ¿verdad? Y como me parece super-molón y además me apetece, porque soy bloguera, pues me voy a poner un nombre artístico, como de escritora. R. M. White, sí señor!!! Llevo toda mi vida queriendo  poner este nombre en algún sitio… y por fin lo he encontrado. Tengo 40 añazos recién cumplidos. Acabo de comenzar la segunda etapa de mi vida, la etapa madura se entiende. Ya no puedo hacer locuras, soy madre y esposa y tengo responsabilidades. Soy periodista de estudios aunque no de profesión desgraciadamente (supongo que de ahí me viene la vena esta de escritora frustrada, bloguera o como lo quieras llamar…) Nunca me ha faltado curro eso sí, un curro que me da pasta para vivir tranquila y no se me da mal, no puedo quejarme (aunque en realidad, y pensándolo bien, sí puedo quejarme y lo haré, pero eso será más adelante). Para esto precisamente comienzo este blog, ¿para qué si no? Esos temas que os decía que a lo mejor no interesan. Son ESOS TEMAS precisamente: todas esas cosas que nos han vendido, pintado de rosa, enmascarado, camuflado… esa publicidad subliminal que nos comemos en todas partes y que no nos damos cuenta,.. o sí pero hacemos que somos tontos y no nos importa. Y otras veces nos hacemos los dignos y ofendidos porque “esos ¿qué se piensan?,¿ que nos han engañado? Pues no, yo soy super lissssta, no me engaña nadie”… pero ¿sabéis qué?, que al final todo acaba igual… COMPRAMOS LO QUE NOS VENDEN, ¡QUE COÑO!

Así que, yo aquí voy a decir lo que me apetezca decir, del modo que me apetezca y de quien me apetezca. En algunas ocasiones será una crítica constructiva, en otras no tan constructiva y finalmente habrá un “critiqueo bestial” cuando esté muy enfadada, o cuando me muera de la envidia sobre algo o alguien, envidia absolutamente sana como la que sentimos todos siempre, ¿verdad?, pero nos jode muchísimo y nos encantaría pegar y escupir y todo eso… ya me entendéis.

Hoy, como es mi primer día, mi primer post, pues voy a dejarlo aquí. Simplemente me presento y os digo que espero que algún día haya un tema o diga algo sobre algo que os pueda interesar, ayudar, o simplemente os entretenga… y lo que más me gustaría: QUE OS ARRANQUE UNA SONRISA!!!

Hasta la próxima.